SABADO 29/12/07 EN SARMIENTO 1781 LANÚS ESTE
Winston Smith vive en el Londres de un virtual 1984, en un mundo dividido en tres superpotencias: Eurasia, Estasia (Asia Oriental) y Oceanía, donde imperan, respectivamente, el neobolchevismo, la "adoración de la muerte" y el Ingsoc, acrónimo inglés para "socialismo inglés".
El Gran Hermano, suple a todo personaje político, él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso. El Partido al que han de pertenecer todas las personas, sólo se salvan los "proles"; ellos no cuentan y tienen derechos como los animales: de hecho, la Policía del Pensamiento apenas los vigila: "a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno". Ni siquiera la familia está por encima de su presencia, es común la denuncia de hijos pequeños a sus propios padres por traicionar al Partido. Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que ya ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.
Tras años trabajando para el Ministerio de la Verdad, Winston se vuelve consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son sólo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno, y encuentra el amor de una joven rebelde encarnando así una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila a sí misma.
Juntos creen afiliarse a la Hermandad, un supuesto grupo de Resistencia dirigido por Emmanuel Goldstein —un personaje casi tan ubicuo y omnipresente como el propio Gran Hermano, el Enemigo del Pueblo y escritor de El Libro, el cual el protagonista lee hasta llegar a comprender los mecanismos del doblepensar, herramienta base de dominación de Partido—, y que es en realidad uno más de los instrumentos de control del Partido.
A través de una historia intrincada, con temas como el lavado de cerebro, el lenguaje, la psicología y la inventiva encaminados al control fisico y mental de los individuos, la educación totalitaria de la juventud, etcétera, Orwell relata la historia trágica y aparentemente emancipadora de Winston Smith y Julia, tratando de derrocar un sistema donde la intimidad y el libre pensamiento no existen, ni siquiera se conocen.
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